El Sello Genera Igualdad se construye en la Universidad de Chile, creada en 1842, es la principal universidad pública del país, reconocida por su larga tradición en la vida de la república, que desarrolla actividades de enseñanza superior, investigación, creación y extensión de las ciencias, las humanidades, las artes y las técnicas, como también, un amplio despliegue de difusión de este conocimiento a toda la sociedad.
Al año 2026, la universidad se proyecta como “una universidad efectivamente nacional y estatal, con altos niveles de calidad, pluralismo, equidad social y de género y pertinencia para abordar con conciencia social, crítica y de manera éticamente responsable, los desafíos en los planos de la enseñanza superior, la investigación, la creación, la extensión y la vinculación con el medio, al servicio del país, con vocación integradora del sistema de educación estatal y de protagonismo en redes universitarias latinoamericanas e internacionales, particularmente con universidades públicas”
Esta visión de una institución plural, democrática e inclusiva se ha ido demostrando en su quehacer y en su capacidad para escuchar las voces que han alertado sobre las desigualdades y discriminaciones por razones de género, no solo en el país, sino que también al interior de sus aulas.
La Universidad de Chile ha sido pionera en abordar dichas discriminaciones, destacando diversos hitos a lo largo de su historia que dan cuenta de su adecuación institucional. Sólo por mencionar algunos de los últimos 20 años; encontramos en 2008 la promulgación del decreto que incorporó la variable de género en los títulos universitarios estableciendo que el uso del lenguaje es una de las principales causas de invisibilización y de discriminación. Asimismo, destaca la conformación de una Comisión de Igualdad de Oportunidades de Género el año 2012 y la posterior creación de la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género el 2013 dependiente de la VEXCOM, que orientaron su accionar a profundizar en el conocimiento sobre la situación, condición de las mujeres y diversidades y en general, a conocer las distintas manifestaciones de desigualdades existentes al interior de la casa de estudios, con el propósito de proponer a la comunidad universitaria medidas y acciones para abordar los principales problemas .
Posteriormente, y como una forma de fortalecer la institucionalidad de género a través de una instancia de mayor rango institucional y transversal, se crea el 2018 la Dirección de Igualdad de Género dependiente de rectoría.
Ese mismo año 2018, las movilizaciones del mayo feminista reforzaron en la agenda pública y universitaria el rechazo y urgencia de abordar las situaciones de desigualdad, discriminación y abuso que han sufrido principalmente las mujeres y disidencias sexuales. La demanda urgente hacia la institucionalidad universitaria por terminar con los fenómenos de segregación horizontal y vertical; la existencia de prácticas docentes sexistas y discriminatorias; experiencias de acoso sexual y violencia de género vivida por estudiantes mujeres y también académicas, las brechas salariales por sexo, fueron parte integrante de estas demandas.
A partir de ello, el año 2019 la Universidad de Chile decide llevar adelante un proceso de transformación profunda. Con este desafío, suscribe un convenio de colaboración con el Programa de las Naciones Unidas el Desarrollo - PNUD, para llevar a cabo un proceso de certificación de estándares de igualdad de género, denominado “Sello Genera Igualdad”.
Se trata de una iniciativa innovadora en el país, en el sentido que busca a través de un proceso de certificación incentivar a la cultura universitaria, a medirse públicamente y ante otras universidades, con compromisos de estándares de igualdad de género. En paralelo, recoge un vacío existente en torno a la certificación de igualdad de género en instituciones universitarias en Chile que, junto con recoger la experiencia y conocimiento de la universidad en temas de género.
¿qué es Genera Igualdad?
Es un proceso de certificación y reconocimiento de estándares de igualdad de género y no discriminación, que surge como una respuesta de la universidad para avanzar hacia una cultura inclusiva y con igualdad de derechos y oportunidades entre los géneros. Pretende crear un modelo que busca ser replicado en otras casas de estudios aspirando a convertirse y ser valorado como un bien público.
¿qué busca?
Su objetivo es generar una transformación institucional para instalar una cultura de igualdad de género en distintas áreas y niveles del quehacer universitario, a partir de la elaboración y monitoreo de un conjunto de estándares.
¿Quiénes participan?
Su objetivo es generar una transformación institucional para instalar una cultura de igualdad de género en distintas áreas y niveles del quehacer universitario, a partir de la elaboración y monitoreo de un conjunto de estándares.
¿En qué consiste?
Metodología del Sello Genera Igualdad
Compromiso de autoridades universitarias. El proceso de certificación cuenta con el compromiso explícito del rector, vicerrector/as y decanos de facultades. Ello significa contar con su apoyo en la promoción y progresiva erradicación de las brechas, discriminaciones y desigualdades de género existentes al interior de la universidad.
El Sello promueve que, el compromiso de las autoridades del plantel se exprese a la totalidad de la comunidad universitaria.
Creación de Comité Directivo y Comité Ejecutivo de Igualdad de Género. Se contempla la creación de un Comité Directivo integrado por los y las vicerrector/as y decanos involucrados, que se encarga de conducir el proceso y tomar aquellas decisiones que garanticen el cumplimiento de los compromisos. Asimismo, considera la creación de un Comité Ejecutivo, conformado por representantes técnicos de cada una de estas instancias responsables de implementar los planes de acción elaborados, coordinado por la DIGEN.
Se definen las siguientes dimensiones de intervención que abordan las políticas sustantivas y la gestión universitaria:
1. Formación, docencia y aprendizaje;
2. Investigación, desarrollo, innovación y creación artística;
3. Comunicaciones, extensión y vinculación con el medio;
4. Participación y representación en la academia;
5. Género y Trabajo;
6. Acoso sexual y violencia de género;
7. Corresponsabilidad Social en el Cuidado;
8. Institucionalización de género.
El objetivo del Autodiagnóstico es analizar la situación de desigualdad de género respecto de los estándares establecidos para cada dimensión.
Representa un momento de análisis crítico en que se busca conocer cómo se presentan las desigualdades de género en aspectos claves como son; el modelo educativo, los procesos formativos, el desarrollo curricular, la formación académica, las relaciones laborales, entre otros.
El primer Autodiagnóstico, corresponderá a la línea de base de la Universidad con la que se comparará en lo sucesivo durante el proceso en fases siguientes. A su vez representa el insumo principal para diseñar los respectivos Planes de Acción.
Es el instrumento a través del cual se organizan las distintas iniciativas para abordar las desigualdades de género detectadas y en torno a las cuales se focalizan esfuerzos desde las Vicerrectorías y Facultades. Surgen a partir del autodiagnóstico en relación con los estándares.
En esta etapa, el objetivo es implementar las acciones consideradas en los planes de acción. En el marco del sello, esto significa poner en marcha una estrategia que despliega acciones de transformación a nivel institucional, académico, normativo y en las comunicaciones que en su conjunto impactan en la cultura de la comunidad universitaria para avanzar en mayor igualdad de género.
Durante la implementación del Plan de Acción, la Dirección de Igualdad de Género y el PNUD, se aplican acciones de apoyo y orientación técnica, desde donde se coordina la asesoría de expertas nacionales e internacionales en temas de género. Esto incluye eventos de aprendizaje regulares, recursos de conocimiento, herramientas complementarias, etc.
Se contempla una sistematización del proceso de implementación del Sello, con el propósito de reconstruir la experiencia en torno a las dimensiones abordadas. Se busca reconstruir la arquitectura de la experiencia, identificando cuales fueron los procesos estructurantes, actores claves, aprendizajes, facilitadores, barreras y principales logros, entre otros aspectos del proceso.
Finalizada la implementación del plan de acción y la sistematización, una institución auditora externa, verificará y validará la información del cumplimiento de los estándares de igualdad de género definidos. La auditoría externa es un proceso sistemático, independiente y documentado en registros, orientado a recabar y examinar evidencia de la conformidad con los estándares del Sello.
El PNUD realizará un reconocimiento del proceso, garantizando su respaldo y afirmación al proceso llevado a cabo por la Universidad. Este reconocimiento tiene una duración acotada en el tiempo, por lo que una vez cumplido el ciclo será necesario volver a certificarse.
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Jul 2016 –